Se llama
contaminación acústica al exceso de sonido que altera las condiciones normales
del ambiente en una determinada zona. Si bien el ruido no se acumula, traslada
o mantiene en el tiempo como las otras contaminaciones, también puede causar
grandes daños en la calidad de vida de las personas si no se controla
adecuadamente.
El término contaminación acústica hace referencia al ruido (entendido
como sonido excesivo y molesto), provocado por las actividades humanas
(tráfico, industrias, locales de ocio, aviones, etc.), que produce efectos
negativos sobre la salud auditiva, física y mental de las personas.
Este término está estrechamente relacionado con el ruido debido a que esta se
da cuando el ruido es considerado como un contaminante, es decir, un sonido
molesto que puede producir efectos nocivos fisiológicos y psicológicos para una
persona o grupo de personas.
Las principales causas de la contaminación acústica son aquellas relacionadas
con las actividades humanas como el transporte, la construcción de edificios y
obras públicas, las industrias, entre otras. Se ha dicho por organismos
internacionales, que se corre el riesgo de una disminución importante en la
capacidad auditiva, así como la posibilidad de trastornos que van desde lo
psicológico (paranoia, perversión) hasta lo fisiológico por la excesiva
exposición a la contaminación sónica.